Los bioestimulantes son un tipo de sustancia que puede estimular las respuestas fisiológicas o conductuales en los organismos.
Pueden promover procesos fisiológicos como el crecimiento, el desarrollo y la reproducción de organismos, o alterar sus patrones de comportamiento. Los bioestimulantes pueden ser endógenos, es decir, el organismo mismo o exógeno, es decir, estímulos del entorno externo.
Los bioestimulantes comunes incluyen hormona vegetal, hormonas animales, molécula de señalización producida por bacterias, etc.
La hormona vegetal es un compuesto producido en plantas, que puede regular el crecimiento de las plantas, la floración, la defoliación y otros procesos fisiológicos. Las hormonas animales son compuestos producidos en el cuerpo de animales, que pueden regular procesos fisiológicos como el crecimiento, el desarrollo y la reproducción. La molécula de señalización producida por las bacterias puede afectar el comportamiento de otros organismos, por ejemplo, los productos químicos liberados por las bacterias pueden atraer insectos y otros organismos.
Los bioestimulantes tienen importantes aplicaciones en la investigación agrícola y biociencia.
En la agricultura, los bioestimulantes se pueden utilizar para promover el crecimiento de los cultivos y el aumento del rendimiento, mejorando la resistencia al estrés de los cultivos. En la investigación en ciencias biológicas, los bioestimulantes pueden usarse para explorar los mecanismos fisiológicos y conductuales de los organismos, así como para desarrollar nuevos pesticidas y drogas.